Es cierto, las puertas son un frontera, no están ni adentro ni afuera, son un lugar de paso y por eso la mayoría de las veces las atravesamos sin siquiera prestarles atención…sin embargo, han desvelado a escritores e inspirado a artistas.
Si lo pensamos bien, tienen una simbología muy fuerte: Principios y finales, límites, invitaciones a cruzarlas, imposición de privacidad, intimidad, guardianas de secretos…
Y si hasta en la mitología romana tenían un dios que las protegía: Jano, dios de las puertas, los comienzos y los finales; no merecerán de parte nuestra algo más de reconocimiento?
Acá les dejamos algunas ideas para darles un poco de vida, a ver qué les parece…
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